
Siempre esté calculando sus propios asuntos, ocupado vistiéndose, ocupado con las compras, ocupado saliendo con su amante, ocupado pensando en cómo complacer a los hombres. A veces el espíritu es céntuplo, aunque la otra persona parezca anormal. Ni siquiera quiero estar a solas con mi marido. El esposo, incluso si quiere tocarse a sí mismo, también el rendimiento de uno mismo no es interesante. Y el tema de ambos lados es muy pequeño.